CONFESION
Odio a todo el mundo
Una enfermedad respiratoria crónica, de nacimiento, que yo no pedí... Un apellido gracioso del cual mi padre tampoco tiene la culpa... Una educación y una infancia llena del cariño de mis familiares, felicidad constante... En mi familia, siempre se ha creído en Dios y, debido a la educación que he recibido, aunque no soy tan devoto como los que se encierran en los monasterios, también creo en la figura del Creador... Creador, que parece no poder syudarme... Al menos, no como yo querría.
El resultado: Alguien que no puede realizar ejercicio físico debido al gran cansancio que ello le acarrea, a causa de la enfermedad pulmonar... Por consiguiente, obesidad, debido a la casi total incapacidad para realizar ningún tipo de ejercicio... Alguien que, al pasar toda la vida rodeado de familiares que le quieren, se ha dado cuenta muy tarde de que en este mundo NADIE es bueno... Alguien que cree que Dios es el creador de todo, alguien al que le descubrieron una pequeña Biblia en el bolsillo de su chaqueta un lunes, solo porque el día anterior había acudido a misa con ella, y no la había devuelto a su estantería al regresar... Alguien de quien todo el mundo ha hecho alguna coña con su apellido..., alguien inteligente (modestia aparte) al que muchos se han acercado sólo para conseguir un beneficio, nunca por querer pasar un rato agradable.
La consecuencia: De cada 1.000 personas que se me han acercado, 599 lo han hecho por joder, para tocar los huevos, para contribuir con "su granito de arena" a crearme un gran trauma... Otros 400 lo han hecho para obtener beneficio, y la persona que queda, una única persona de entre un millar, ha sido la que se ha quedado a mi lado, simplemente, porque vio en mí lo que los demás no vieron, porque estaban muy ocupados tirándome piedras por la calle, apalizándome, insultándome, o amenazándome de muerte.
"Amigos" míos me han abandonado... De repente, dejan de ponerte buena cara a decirte que no les da la gana de dejarte una película, porque se la han ganado con su dinero de su trabajo, y no quieren que la veas tú gratis..., a desaparecer del Messenger, para, meses después, enterarte que tienen otras cuentas, a comprarse otras tarjetas prepago, a cambiarse de móviles...
No comprendo el por qué de que todo el mundo me haga esto por algo que yo no he hecho... Soy diferente del resto, ¿y qué? De lo que sí estoy seguro, es que soy mejor persona que todos ellos, salvo por una pequeñez... Los odio a todos.
Odio que los gitanos se pongan a cantar en el metro. ¿Acaso te he pedido que me cantes el "Quiero ser libre", mientras vuelvo a casa del trabajo? Odio que la gente me interrumpa o que, mientras les estoy hablando, se giren y empiecen a charlar con otros... Odio que me contradigan cuando sé que tengo razón, cuando sé de lo que estoy hablando... Es más, odio que la gente hable sin saber de lo que está hablando, y más cuando me meten a mí en medio... Odio que no me hayan contratado en gestorías, en grandes superficies y grandes cadenas de supermercados, grandes tiendas de informática, etc, simplemente porque llevaba el pelo largo... Odio el haber tenido que comprobar cómo, tras cortármelo, las ofertas me han llovido. Odio tener que esperar a que tenga que volver a crecer porque, mientras siga corto, es un símbolo de que me he rendido... Odio tener que dejar en casa mis sudaderas de grupos favoritos de power y white metal cuando voy a currar... Odio esta sociedad que tanto se guía por las apariencias y cuyo único gobernante es Don Dinero y no los gobiernos... Odio que la gente se cuele en el metro y que luego se queje de que el transporte suburbano tiene todavía trenes muy viejos, y el por qué de que no los cambien... Odio a los que van en grupo y se creen los amos del mundo, cuando en realidad, si van en solitario, les puedes pegar una colleja y ni te dirán nada... Odio que TODO el mundo sea igual, todos con los últimos "éxitos" "de moda" en el móvil (cuando quieren ser diferentes, y terminan siendo todos iguales)... Odio toparme con 250 mil millones de Peugeots 206 tuneados IGUAL a cada paso que doy, odio comprobar cómo, los chavales que terminan la ESO, apenas saben hacer la O con un canuto, se ríen como imbéciles, y apenas saben leer... Odio la estupidez, la prensa rosa, la caja tonta...
Odio la forma en la que esta maldita sociedad se ha montado, odio que haya gente que, en la oficina, hagan Cámera Café las 8 horas del día cuando, "ahí fuera", miles de jóvenes matarían por ocupar su puesto de trabajo y se matarían a currar para ganarse el sueldo... Odio que la gente no sea buena, odio no ser lo bueno y feliz que era cuando era pequeño y creía que todo me iba a ir bien en la vida...
Odio a todo el mundo, por discriminarme, por maltratarme todos estos 24 años, odio a esta maldita sociedad por ser como es...
Odio a todo el mundo, porque estoy harto de andar con miedo por la calle, a cruzar mi mirada accidentalmente con nadie por miedo al "¿Qué pensarán, qué dirán?"..., a tener miedo cuando paso por la puerta de un instituto cuando es la hora de salida...
Por desgracia, no puedo hacer nada para cambiar esto, pues cada día le tengo más odio al ser humano. Por suerte, obviando este "ínfimo" detalle, sigo siendo el mismo que he sido siempre... Ten la suerte de ser el que se acerca a mí atraído... no por mis cualidades, sino por simplemente cómo soy en realidad porque, si eres cualquiera de los otros 999... es más que probable que desee que termines aplastado bajo los boogies de cualquier tren de corto/medio recorrido (Metro, Cercanías, tranvía... eso ya me da igual...)