CONFESION
Me Siento Tan Sola
Hola. Ante todo quiero agradecer este rincón donde poder hablar sin temor, sin que se sepa quién escribe y se confiesa. Gracias de verdad.
Bueno. Empecemos.
Tengo 23 años, casi 24, y a lo largo de mi vida me he sentido muy sola, ya sea porque la gente no quiere acercarse a mí o porque la poca gente a la que quiero se va de mi lado.
Desde pequeña siempre he sido la típica niña a la que humillan, maltratan e insultan en el colegio, por el mero hecho de estar gordita, todos mis compañeros se burlaban y me insultaban.
Siempre ha sido así, de los 3 a los 13 años, el tiempo que estuve en el colegio, era el objetivo de todos los insultos, por unas cosas o por otras, y cuando llegaba a casa me sentía fatal, pero siempre tenía que poner buena cara para que no se enterasen mis padres. Quería morirme, acabar con todo. Los profesores lo consideraban siempre "cosas de niños" y me daban la espalda.
A los 13 años decidí que estaba harta, que no quería ir más allí y aproveché una crisis en el colegio (cambio de director, venta del colegio y casi un cierre por que la directora se gastó todo el dinero en un polideportivo para el colegio) para pedir a mis padres que me cambiaran a un instituto, donde había oído que las cosas eran muy diferentes. Así que allí me fui. Y maldita la hora.
Llegué al instituto y lo primero que me encontré fue con que había más capullos por metro cuadrado que en el colegio, que lo primero que hacían era insultar a todos los que no eran igual de imbéciles que ellos. De nuevo insultos, risas, burlas... Y me hundí más aún.
El segundo año de instituto coincidió con que se murió mi primera perra, un animal con el que me había criado y al que quería con locura. Ese año perdí mi fe en Dios, le pedía que me ayudara, que se llevara a mi perra mientras estuviera dormida, que no tuviéramos que ir al veterinario para sacrificarla... y como respuesta no solo sufrió más, sino que mi padre tuvo que llevarla a dormir una madrugada a una clínica de urgencias.
Tal vez os resulte ridículo lo del perro, pero entré en una nueva depresión. Para una persona que nunca ha tenido amigos de verdad, para la que sus libros y su familia (perro incluido) eran su refugio, ver morir poco a poco a un animal tan noble y querido, y sobre todo tener que ver cómo tu padre se la llevaba para no volver a traerla... Fue horrible...
Un año y 12 días después murió mi yayo. Los padres de mi madre se habían trasladado al piso de enfrente al encontrarse ya un tanto impedidos, y poco después mi yayo empezó a tener problemas y poco después de mi cumpleaños, murió, quedándome yo con unos remordimientos horribles por no haber tenido ganas de salir de casa e ir al hospital a verle 3 días antes... Es de esas cosas que nunca te perdonas.
Y de nuevo... y creo que tengo alguna maldición... Un año y 12 días después de morir mi yayo, murió mi yaya, también fatal, entre muchos dolores, mucho sufrimiento...
A todo esto yo seguía con mis problemas en el instituto, sólo que ahora se intensificaban porque se sumaba el hecho de que el año de la muerte de mi perra suspendí 3º de la ESO y tuve que repetir, que fue cuando murió mi yayo, y al año siguiente pasé a 4º. Sufría también una falta de concentración derivada de la depresión que tenía, y mis ánimos estaban por los suelos, de modo que ni ganas había de abrir los libros...
Al año siguiente, el día del padre (en España, el 19 de marzo) murió mi otro abuelo, haciendo que tuviéramos que encargarnos de mi abuela, que jamás nos ha tratado bien y nunca, nunca nos ha querido ni a mis padres ni a mí salvo para cuando tenía que venir a casa el mes correspondiente, para tenernos de esclavos a todos.
Iba coleccionando ya de todo, cabrones, muertes y suspensos, porque me tocó repetir 4º también, lo que me hizo ir por detrás de una de las pocas amigas que he tenido y que ahora está terminando la carrera.
Cada día me sentía peor, estudiaba menos, le daba más vueltas a la cabeza e incluso pensaba (y sigo pensando, de hecho) en el suicidio como única salida. A todo esto, no podía hablar con nadie de lo que sentía o dejaba de sentir, tenía que seguir fingiendo en casa que en el instituto me iba divinamente (cosa que se adivinaba por la colección de suspensos que no era cierta) y que me lo pasaba estupendamente con amigos que ni siquiera tenía (a excepción de aquella chica). Por las mañanas me levantaba llorando porque no quería ir para no seguir aguantando aquel calvario, y por las noches me acostaba también llorando por todas las putadas del día...
Aún no he terminado el instituto. Pasé a 1º de bachiller, llevando conmigo a los mismos cabrones del curso anterior, y en 2º también, y repetí 2º, encontrándome con otros nuevos, y cada vez más sola, sin gente a mi alrededor, viendo cómo se morían mis familiares, o amigos de la familia.
Me pasé al nocturno del instituto, y llevo 3 años allí ya, sacándome las asignaturas de a poquitos (ahora sólo me quedan 2) y sintiéndome una verdadera fracasada porque todo me sale mal, con problemas en la familia (mi abuela manipula a mi padre y mi padre nos maltrata psicológicamente a mi madre y a mí, nos grita, desprecia e ignora, nos deja de lado en favor de su madre, y cada vez se deteriora más la familia, en tanto que mi tío se dedica a sacarle el dinero a la vieja y pasa de ella) y un absoluto rechazo a relacionarme con nadie en persona.
Hace un año y 2 meses tuve que decidir sobre la vida de la perra de mis yayos (con la que nos quedamos cuando murieron), tuve que aguantar la mirada de mis padres (que se mostraban de acuerdo en dormirla) y de la veterinaria mientras decidía si quería que la durmieran. Y nunca olvidaré el peso de la cabeza inerte de mi pequeña en mi mano, nunca olvidaré sus ojos vacíos, su expresión de descanso al dejar de sentir el dolor del cáncer, ni lo monstruosa que me sentí al tener que decidir aquello. Aún me siento así, un monstruo, una asesina, a pesar de que lo hice sabiendo que si seguía viva sufriría muchísimo más y la enfermedad la devoraría de forma dolorosa día tras día.
No he tenido novio, ningún chico me ha querido, todos me han humillado siempre y la única vez que me he enamorado de un chico, éste se dedicó a insultarme porque no le gustaba lo que escribía (escribo fics, un tanto explícitos algunos) y dejó de hablarme, después de 6 años de tenerle como amigo.
Me siento una fracasada, una inútil y una perdedora, siento que el mundo ganaría mucho si yo desapareciera, si dejara de existir. Soy bajita, gorda, fea, y no tengo fuerza de voluntad para seguir adelante con nada.
Y para colmo estoy enamorada de una persona que vive a miles de kilómetros de mí y con la que nunca tendré la menor oportunidad porque sólo me ve como una de sus mejores amigas. Es cruel conmigo sin saberlo, me cuenta cómo le va con su novia, cuándo salen, me confía secretos, y muchas veces me siento morir de dolor cuando la nombra, cuando sé que está con ella... La única persona a la que amo de verdad y nunca podré tenerla a mi lado...
Siento que estoy en el fondo de un abismo del que no podré salir nunca, un abismo que se hace más profundo cada día y del que nadie sabe, porque tengo que vivir de cara al mundo como una persona "alegre" y "despreocupada", porque la gente no quiere a los depresivos, porque alegan que "suficiente tienen con sus propios problemas" y te los largan, sin molestarse en preocuparse por si tú tienes problemas o si te sientes bien siendo el maldito paño de lágrimas de la gente.
Sólo quiero que alguien me abrace, que alguien me diga que me quiere, que esté conmigo y haga sentir un poco de calor, porque en mi abismo sólo existe el frío, el frío de la soledad, de los remordimientos, el sentimiento de culpabilidad y el dolor de 20 años de rechazos, de muertes de seres queridos y maltrato psicológico.
Siento haberos aburrido, pero necesitaba contarlo... Y ni si quiera he contado todo, sólo una parte. Gracias por leerme. Gracias por darme la oportunidad de expresar esta pequeña parte de mi dolor.