Osamu Dezaki nace en la ciudad de Tokio en 1943, estudia en el liceo de Kitazono, periodo en el que se interesa por el manga. En 1963 entra en el recien creado estudio de animación de Osamu Tezuka, Muchi Production. Inicialmente empieze a trabajar como animador (intercalista) y después como diseñador en Astroboy (la segunda serie de animación hecha para televisión), en la cual más adelante obtendrá también la dirección de algunos episodios. También toma contacto con otros proyectos del estudio como la serie de Kimba, el león blanco y Dodoro, una historia bizarra de un samurai que no se llego a emitir en TV por ser considerada políticamente incorrecta.
La primera serie de televisión en qué Dezaki cubre el papel de director general fue en 1970 gracias a un encargo de Fuji TV. Se trataba de Ashita no Joe, adactación del manga homónimo de gran éxito escrito por Takamori Asao y dibujado por Chiba Tetsuya. El manga vio la luz en 1968, aparte de se reflejar ese clima de rebeldía juvenil de aquel crucial año, se lo recuerda por haber plasmado de manera definitiva el estilo shônen manga caracterizado por un trato duro y una historia dramática, a menudo con mucha carga sexista. Dezaki se muestra entusiasmado desde el principio con el proyecto, el cual recuerda todavía hoy como su trabajo más satisfactorio: la historia de aquel huérfano, Joe Jabuki, que se apasiona por el boxeo gracias a la influencia y tutela de un viejo ex-boxeador profesional de nombre Dampei una vez sale del reformatorio, en el cual adquiere el deseo y objetivo de enfrentarse en el ring con su amigo/rival Toru Rikishi. Dezaki adapto esa historia no para un publico infantil, sino más adolescente, conservando de esta manera el dramatismo de la historia original, haciéndola si cabe más dura y violenta, pero de una dureza visual totalmente distinta de cualquier otro anime del momento, más realista y menos gratuíta. Además de ser su opera prima, le dio la oportunidad de conocer a una persona con el que congeniaría muy bien (Chiba sigue siendo su diseñador preferido), y un anticipo del cual será su estilo de dirección, con un rigor formal del todo desconocido hasta entonces en la animación japonesa, y que será un referente de gran influencia en los próximos 15 años. A pesar del gran éxito de la serie de Ashita no Joe, se debe interruptir en el capítulo 79 y será necesario esperar 10 años para ver la continuación, poniendo fin definitivo a la serie.
Con esta serie de culto, que por la amargura de su historia y por su dureza, ha representado un anime irrepetible, Dezaki había entrado en el mito. Parece lógico que dos años después fuera fichado por la TMS, después de la disolución de Mushi, asignandole la dirección de Ace wo Nerea! (Raqueta de Oro). Una adaptación de un manga Shojo deportivo que lleva la firma de una mujer: Miyamoto Sumiya. La protagonista es Hiromi, estudiante del exclusivo instituto Nishio, donde entra a formar parte del equipo de tenis, donde empezará a despuntar muy pronto. Su carrera será guiada, tanto física como espiritualmente, por el joven entrenador Jin, que a causa de su leucemia verá truncado su sueño de llegar a ver a su pupila entre la élite mundial del tenis. Al igual que Ashita no Joe, la serie se convierte rápidamente un gran éxito, especialmente entre el público adolescente femenino que adopta a Hiromi como su nuevo ídolo, más energica y actual que la Princesa Caballero de Osamu Tezuka. La continuación del manga hace que se realice una segunda parte de la serie de televisión en 1978 (esta vez dirigido por el hermano de Dezaki, Satoshi), con una mayor calidad técnica que la original y una película recopilatoria con una nueva animación y diseño de caracteres, con la que se puede disfrutar dela impecable fotografía de Takahashi Hirokata y la animación/diseños del talentoso Akio Supino, quién se convertirá en un inseparable colaborador y amigo.
Sin embargo entre 1976-1977, Dezaki abandona temporalmente el mundo del manga japonés para centrarse en historias y personajes recuperadas de la literatura europea. El primero sería, Jim Hawkins, el valiente protagonista de la famosa Isla del Tesoro de R. L. Stevenson, y el segundo Remi, El niño sin familia, del autor francés Hector Malót, que junto a personajes como Heidi, Marco o Cady Candy se convertiría en el huérfano más famoso del anime japonés. Este anime anime está situado en una Francia del siglo XIX, retratada por Dezaki y Sugino de manera oscura y dramática, la antitesis del trato de postal, y en la que el director convierte la historia si cabe en más trágica y triste que la novela original, ya de por si bastante melodramática.
Del mismo modo La isla del tesoro, fue en sus manos una digna y magnifica adaptación televisiva de la novela, purificada de esas adaptaciones infantiloides que habría sufrido anteriormente esta celebre obra. Es junto con Remi cuando aparece y se desarrolla la técnica del fondo en movimiento, un elemento estilistico omnipresente en la obra de Dezaki, cosa que, durante la retransmisión televisiva, indujo a los productores a publicitarla como el primer anime que utilizaba técnicas 3D.
Teminados (por el momento) sus compromisos con Ace wo nerea y habiendo desarrollado una predisposición hacia las historias de ambientación europea, entra en la dirección de la serie del estudio TMS: La Rosa de Versalles (1979). La historia esta ambientada en el periodo de la Revolución francesa y cuya protagonista es el capitán de la Guardia Real francesa, Oscar Francóis De Jarjayes, una mujer educada como a un hombre desde su infancia para satisfacer la ambición militar de su padre. Esta serie está basada en el manga histórico de Ikeda Riyoko, que también fue portado con gran éxito al teatro y posteriormente al cine, esta última adaptación, bastante menos afortunada dirigida por el mediocre Jacques Demi. El anime inexperadamente va ganando audiencia en cada episodio y el productor de la TMS, Fujioka Yutaka, no duda en poner al frente del proyecto a Dezaki Osamu, ofreciéndole el puesto de dirección hasta el momento ocupado por Nagahama Tadeo. Dezaki acepta y exite un cambio radical: renovar parte del staff, meter mano personalmente en los scripts y sobretodo da ordenes a Araki Shingo (director de animación) para modificar sensiblemente el diseño de caracteres para adaptarlo a su personal exigencia de espresividad. A pesar de los cambios que le confirieron a la serie una increíble mejora en apartado técnico y artistico a partir del capitulo 19 –quizá la culminación de la carrera de Dezaki- Lady Oscar no dejó de seguir ganando audiencia y popularidad y hoy día todavía es inexplicable como un título que simplemente prometía después de unos convenientes cambios tan profundos y de base rápidamente es elevada a la categoría de obra maestra. La Rosa de Versalles da la vuelta a medio mundo, y consolida el nombre de Osamu Dezaki en el firmamente de los grandes directores de animación japoneses.
Sin perder tiempo, el director retoma la serie que le hizo famoso, Ashita no Joe, para llevarla a su conclusión después de los 7 años después de su primera adaptación. La segunda serie del boxeador Joe Jabuki se materializa en 47 episodios, que cosecharán tanto éxito como la primera. El director llega a esta serie al máximo de su capacidad aunque esta vez la serie no contendrá las altas cotas de dureza y dramatismo que tiene la original.
Con la muerte de Joe Jabuki en el ring se cierra el periodo de oro de Dezaki, en el resto de los 80
afrontará nuevos proyectos algo más carentes desde el punto de vista de la originalidad de la escenografía como Space Aventure Cobra, basado en un manga de Terasawa Buichi, amigo y compañero del director desde los primeros tiempos de su debut, es un historia poco convencional de un caza recompensas del futuro. Golgo 13, violenta película de género negro de claras tendencias psicodélicas, protagonizada por un asesino. También se haría cargo de 5 especiales de Lupin III. También la realización de las ovas finales de Ace wo Nera, que pondría el broche final a la saga de la tenista Hiromi, no privada de un gran dramatismo.
Después de un tiempo en América junto a Akio Sigilo, donde Dezaki pudo constatar la diferencia existente entre la producción de anime en Japón y de animación en los USA, en los años 90 afronta el trabajo de realizar Oniisama E (Querido hermano mayor), una drama adolescente de Riyoko Ikeda, y la serie de OVA’s de Black Jack, inspirado en el personaje médico creado hace 2 décadas por el maestro Osamu Tezuka. Tambien realizaría la ova Sword of True
Dezaki Osamu es el único director de anime de los años 70 que supo hacer sentir su presencia en todos los proyectos en los que puso su firma, añadiendo un verdadero y propio sobrevalor estético a todo manga que tomo de partida sin renunciar a su empeño de crear anime para un público adulto. El montaje no continuo, el uso preciso de la luz y de la sombra, el uso de planos oblicuos, la innovación en el contraluz, las divisiones de pantalla en los momentos de máximo sufrimiento y tensión de los protagonistas, ha creado el leit-motiv del estilo “Dezakiano” y que hoy día sigue influyendo en las nuevas creaciones de anime. Simultáneamente a este estilismo preciso y consciente, donde las tendencias simbolistas y naturalistas se funden con moderación y en donde ningún plano es dejado al azar, Dezaki consiguió otorgar a los protagonistas de fuerza, sensibilidad y realismo casi poético, a pesar de que él nunca fuera el creador de los mismos. Partiendo de mangas y novelas de diversos creadores, tras pasar por su manos consiguió de alguna forma unificar sus temas y leit-motiv al sacrificio, la maldad, el binomio amor-muerte, la locura, la lucha de clases y la discriminación.
Algunas secuencias de sus animes han quedado marcadas con fuerza en la memoria de los telespectadores japoneses, especialmente aquellas inherentes a la muerte de algún personaje: la despedida de André de Oscar en la víspera de la Revolución Francesa, el suicidio de la condesa Charlotte, el sacrificio del viejo Vitali que en una tormenta protegio con su cuerpo la vida del muchacho que tenía en custodia (Remi), la sonrisa burlona de Joe Yabuki en el ring en el momento de su muerte, el doloroso funeral de joven entrenador Jin muerto por leucemia (Ace wo Nerae). Para los aficionados del anime ha conseguido crear una forma de hacer anime de una bellaza y personalidad tal nunca vista hasta la fecha en otras producciones televisivas: vistas melancólicas del mar en la puesta de sol donde el mar toma un aspecto de magma fluorescente, la vistas nocturnas de una ciudad bañada con cientos de pequeñas luces intermitentes, el recorrido a vista de pájaro del parís del siglo XIX, la representación a corta distancia de un personaje visto escorzadamente atraves de una ventana, toda esa amalgama de vistas oblicuas del encuadre que fueron tomados prestado en otras muchas posteriores de la TMS.
Dezaki fue un visionario que consiguió y de que manera, al concepto moderno de la conjunción perfecta entre director-autor, que también se da en el cine actual. Un logró en el que siempre estará en deuda con los estupendos colaboradores de los que se rodeo (Akio Sugino, Shingo Araki, Hirokata Takashi, Hiromi Yamazaki), sin cuyo aporte no hubiera sido posible realizar tal tarea, sobrepasando radicalmente las producciones de otros creadores del sector y entrando por merito propio en el imaginario colectivo popular.
Este tema ha sido editado por MorfeoW: 05 October 2006 - 10:47 PM