Bestia Desplazadora:

La bestia desplazadora tiene la apariencia de un gato negro, y un color azul profundo. Tiene 6 patas y dos tentaculos que le salen de los hombros. La habilidad de la bestia desplazadora, es que proyecta una imagen de si misma a 5 o 10 metros de donde verdaderamente se encuentra. Sus ojos brillan en verde, incluso despues de muerta. Y por cierto, sus ojos son objetos codiciados, ya que convertidos en amuletos, otorgan a su poseedor cierta proteccion a ser detectado.
Contemplador:

El contemplador es un ser monstruoso y malvado, muy agresivo y avaricioso. Se le conoce como "el ojo tirano", ya que se trata de un cuerpo globular con un ojo gigante, más o menos esférico, y con unos diez largos tentáculos. Su cuerpo quitinoso le da una gran dureza y resistencia actuando como una armadura. Los tentáculos poseen ojos en sus extremos, y están situados en la parte superior de la esfera. El contemplador tiene además una enorme boca repleta de afilados dientes. El ojo central puede lanzar un rayo antimagia, que le permite bloquear cualquier tipo de ataque mágico dentro de su campo de visión. Los demás ojos también tienen diversos poderes que actúan como si fueran hechizos y que el contemplador puede utilizar a voluntad.
Si pierde un tentáculo en combate, sólo necesita una semana para volver a regenerarlo. Estos pendúnculos perdidos son muy útiles ya que son utilizados como ingredientes para muchos tipos de pociones mágicas y encantamientos. Los contempladores pueden levitar y desplazarse flotanto a voluntad. Esta agilidad en sus movimientos permite que puedan esquivar fácilmente otros ataques, y esto unido a la magia de sus ojos lo convierten en adversarios muy poderosos.
Quimera:
La Quimera es otro animal fantástico de la mitología griega. Era hija de Tifón (hijo menor de Gea) y Equidna (la víbora). Es una mezcla entre la cabeza de un león, busto de cabra y cola de serpiente, aunque también se la ha representado con varias cabezas, una de cabra y otra de león. Lo más aterrador de esta criatura es que expulsaba fuego por la boca, por lo que resultaba casi invencible y sumamente peligrosa.
El rey de Caria, Amisodares la crió y su lugar de residencia era Pátara. La Quimera asotaba con su fuego y cometía pillaje, robándose los rebaños en la ciudad de Licia. Por esto, el rey Yóbates le pide a Belerofonte (héroe griego, hijo de Poseidón) que la mate. Además, el rey tenía la doble intención de deshacerse de Belerofonte pues su hijo se lo pide en una carta.
Belerofonte que era favorito de los dioses, fue a luchar con la Quimera acompañado del caballo alado Pegaso (hijo de la Gorgona y Poseidón). Se cuenta en la leyenda que Belerofonte, haciendo uso de su astucia, puso un trozo de plomo en la punta de su lanza. Al enfrentarse con el fuego de la Quimera, hizo que se calentara el plomo y éste matara a la bestia.
Manticora:
La manticora es una criatura mitológica, un tipo de quimera con la cabeza de un hombre (frecuentemente con cuernos) el cuerpo rojizo en ocasiones de un león y la cola de un dragón o escorpión capaz de disparar espinas venenosas para incapacitar o matar a sus presas. En ocasiones algunas descripciones de manticoras incorporan una descripción de alas y su tamaño varía dependiendo del relato mitológico desde el tamaño de un león hasta el de un caballo.
Las manticoras tienen su origen en la mitología persa, criaturas comedoras de hombres como su nombre indica en el persa original.
Sucubo:
Espíritu, diablo o demonio con apariencia de mujer que tiene contacto carnal con un varón.
En las leyendas de la Edad Media, un súcubo (succ?bus del Latín succubare, "reposar debajo") es un demonio femenino que acude a un hombre en sus sueños, especialmente monjes, para seducirlos y mantener relaciones sexuales, absorbiendo energía del hombre para mantenerse, a menudo hasta el punto de agotarlo o matarlo.
Desde el siglo XVI, el grabado de un súcubo en el exterior de una posada indicaba que el establecimiento también servía como un burdel.
Hidra:
Hace mucho tiempo, los Griegos creían que una larga franja de estrellas era realmente una imagen de una serpiente gigante conocida como la Hidra. Las personas de Lerna estaban aterrorizadas de esta serpiente--una bestia horrible con muchas cabezas de serpientes, una de las cuales era inmortal. Las cabezas de la Hidra podían crecer aún cuando eran cortadas.
La destrucción de la Hidra era una de las tareas difíciles que Heracles tuvo que realizar para demostrar de que estaba arrepentido del terrible crimen que cometió. Heracles era tan valiente y fuerte que logró matar a la Hidra, con la ayuda de su sobrino, Iolaus. Cada vez que Heracles le cortaba una cabeza a la bestia, Iolaus le quemada el cuello herido, evitando que nuevas cabezas crecieran.
Los 5 Dragones:
Los dragones chinos vienen en 5 colores primarios: negro, blanco, verde/azul, amarillo y rojo, que son de donde salieron despues en D&D, aunque solo los de colores son malignos:
Los Dragones (al menos los de D&D) Solo pueden lanzar su aliento 3 Veces al dia:
Dragon Negro:
Se encuentran tradicionalmente en pantanos y fangales, aunque también habitan guaridas en el subsuelo o incluso a veces puede hallarse en junglas o marismas. Sus viviendas suelen ser oscuras, para evitar revelar su presencia confundiéndose con el negro de su territorio.
Sólo acatan órdenes si redundan en beneficio propio (tienen todo tipo de cosas en sus tesoros, desde monedas y gemas hasta armas y artefactos mágicos).
Son muy impulsivos, y muchas veces atacan antes de pensarlo dos veces.
Sus no más de nueve metros, no les suponen ninguna desventaja ya que son poderosos magos. Su hechizo favorito es el que sume a su rival en una profunda oscuridad, que lo ayuda a camuflarse. Aunque solamente usan sus conjuros cuando sea necesario.
Luchan con fiereza con sus garras, colmillos y cola, pero su ataque más peligroso es un chorro de un potente ácido corrosivo
Dragon Rojo:
Acostumbran a vivir en montañas, cerca de regiones volcánicas.
Los dragones rojos son las criaturas más feroces y mortíferas de todas las especies de dragones. Son los más poderosos y también los más grandes (pueden llegar a medir más de quince metros) de todos los dragones del mal.
Aunque prefieren usar conjuros para destruir a sus oponentes, cuentan con una poderosa bocanada de fuego capaz de derretir incluso la roca.
Dragon Verde:
Los ejemplares de escamas verdes frecuentan las regiones agrestes y boscosas, suelen vivir en bosques espesos. Estos pequeños gigantes de más de diez metros expelen gases sulfurosos que envenenan y matan a quien los aspira. Prefieren engañar a sus enemigos conduciéndolos a trampas mortales o usar su magia en lugar de atacar frontalmente.
Dragon Azul:
Pese a que se acomodan a las cuevas, al igual que sus otros congéneres, los dragones azules son amigos del calor y las tierras secas, por eso suelen vivir en desiertos y estepas.
Su descomunal anatomía alcanza los doce o trece metros de longitud. Se baten con dientes y garras, pero su especialidad está en sus rayos eléctricos, que pueden llegar a tener 30 metros de alcance. Lógicamente, esta cualidad los hacía imprescindibles en los asaltos a torres y puestos fortificados. Pueden expresarse en su propio lenguaje y en los dialectos ajenos, incluida la jerga de la hechicería. De hecho, son grandes expertos en este arte.
Dragon Blanco:
Prefieren la soledad de los lugares helados como el famoso "Muro del Hielo" y no tan sólo se han adaptado a los climas fríos, sino que prácticamente no soportan otros. A pesar de sus pequeñas dimensiones (no llegan a superar los ocho metros), de ser los más débiles de su género o incluso al hecho de tener un intelecto mucho menor que el del resto de sus hermanos, son terribles enemigos.
Aunque no pueden formular sortilegios, los dragones blancos suelen lanzar un cono de hielo congelante que encierra a sus oponentes. Una vez que su rival está inmóvil en el hielo puede atacarlo con sus garras.
Son tan efectivos bajo el agua como en el aire. Solo guardan pequeños tesoros, porque no tienen nada que hacer con ellos; sin embargo, tienen los más increíbles objetos: gemas puras, diamantes, y joyas con belleza sin igual.
Y los Dragones Buenos Claro (En mi opinion unos mariquitas):
Dorados:
los dragones dorados son los más majestuosos de todos y pueden llegar a medir incluso 23 metros de largo, esto los convierte en la especie de mayor tamaño. No teniendo ningún hábitat que los desfavorece, como sí les ocurre a otras razas de dragones, pueden vivir bajo todo tipo de condiciones climáticas.
Su polimorfismo los capacita para tomar apariencia humana, semihumana o incluso de algunos animales. Esto les permitiría pasar inadvertidos entre estas razas, pero su alta autoestima los vuelve muy arrogantes, haciendo que no exploten especialmente su virtud de transformación, ya que para ellos resulta vejatorio asumir personalidades tan "insignificantes". Luchan de manera despiadada cuando es necesario y si es preciso usan la magia, ya que, incluso los más jóvenes, la manipulan con gran pericia. Son raras las veces que han de consultar volúmenes de hechicería para obrar un prodigio.
Las dos versiones de sus emanaciones gaseosas son: los vahos de azufre y los de fuego.
Plateados:
Los dragones a los que más cariño profesan los humanos son, ciertamente, los de plata. Esto es debido a la gran amabilidad y educación de este tipo de dragones gracias a las cuales se mezclan y conviven sin reparos con las demás razas .Al igual que los dragones dorados pueden adoptar formas humanas o semihumanas muy fácilmente, llegando a sentirse tan confortables, o incluso más, en sus cuerpos humanos que en su forma original. Estos dos hechos hacen que los plateados sean una raza de dragón peculiarmente débil desde el punto de vista emocional ya que, al encontrarse tan a gusto entre otras razas, tienden a enamorarse de individuos de las mismas Con sus aproximadamente 16 metros de longitud, son tan fuertes como los dragones rojos.
Creen en la causa del bien, e incluso darían sus vidas para hacer que el mundo fuera mejor.
Cobre
Los dragones de cobre eligen como hábitat los parajes rocosos de zonas montañosas, es decir, viven en cuevas de roca que encuentran en las montañas. Aunque tienen buen corazón y temperamento benigno, su afán desorbitado de riquezas los hace ser tremendamente egoístas. Con todo y así, son muy leales a sus amigos pero son muy pocas las veces que creen a los extranjeros.
Con su decena de metros desde la cresta hasta la cola, son los más pequeños de los dragones del bien.
Sólo luchan cuando es realmente necesario o cuando alguien querido está en peligro. Sus ataques, como los de los dragones dorados, se basan en dos tipos de bocanadas: una es un vapor que ralentiza los movimientos de sus oponentes y la otra es el ataque mortífero con su potente ácido pero, de hecho, no suelen usarlo mucho ya que odian matar.
Bronce
Les gusta el agua sobremanera y tienden a vivir cerca de ella, instalándose junto a grandes masas acuáticas tales como lagos y océanos, aunque esto les obligue a convivir con razas humanas o similares.
Se interesan de forma inusitada por los asuntos de la humanidad Por ello son conocedores de gran número de idiomas, incluido el de la magia.
Les encantan los tesoros, pero solamente los adquieren de seres malvados a los que eliminan. Aunque odian matar, no dudarán en hacerlo si el mal anda por medio.
Sobrepasando a menudo los once metros de largo, cuentan con diferentes formas de atacar a sus oponentes. A los de menor envergadura acostumbran a atacarlos con sus garras, cola y colmillos, guardando sus conjuros para criaturas mayores, como los dragones cromáticos o dragones del mal. Para combatir a tales adversarios cuentan con dos clases de bocanadas: una es la "exhalación relámpago" consistente en una especie de rayo eléctrico y la otra es una especie de gas de olor repelente.
Laton
Prefiriendo los lugares secos y áridos donde poder calentarse al sol, suelen vivir en eriales y zonas arenosas. De tamaño más bien reducido, son bulliciosos y amantes de la aparatosidad. Tienen una marcada tendencia al egoísmo y son muy cautos.
Su principal defecto es que les gusta hablar demasiado. Pueden conversar durante horas de temas intrascendentes y son capaces de viajar junto a las compañías de aventureros por el mero placer de oírlos hablar. Les es muy fácil encontrar gente con quien poder practicar su amor por la charla ya que conocen montones de idiomas.
Dominan la magia y sus bocanadas de aliento producen vapores de sueño.
Y eso, juer, buscar estas mierdas a mi edad, sere