Posted 14 September 2004 - 10:47 PM
Marcelo contempla como la niña se aleja, y siente el latido de su corazón retomar un ritmo normal tras el susto, las coletas de aquella niña le recordaron a una antigua amiga que tuvo un trágico accidente una noche, en un parque mientras perseguia la pelota de su hija. Tras comprobar el tráfico inexistente debido a que la calle estaba cortada por obras, Marcelo se tranquiliza y decide seguir su camino junto con su cámara nueva, y se interna en el parque.
En el parke Nakamura, justo por la esquina diametralmente opuesta a la que Marcelo toma para entrar al jardín, un anciano vagabundo se entretiene recogiendo las colillas de tabaco que encuentra en el suelo. El viejo no es delgado, pero evidentemente el estatus de vagabundo que ostenta desde hace varios años, no le permite ningún exceso de grasa. Tiene algo de pelo encanecido sobre las orejas que se mantiene suspendido en el aire dandole aspecto de koala y, aunque no tiene demasiada barba, sí mantiene un pequeño bigotín cuadrado, también algo encanecido, justo debajo de su redondeada nariz.
Cerca de la medianoche, tras terminar su labor en ese pedazo de asfalto y cemento, el viejo se interna en el parque. Camina dando tumbos pero, aún con los huesos molidos por la edad, sin desviarse del camino que conoce casi de memoria.
En cierto momento, Marcelo y el viejo se encuentran.
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A foreign substance is introduced into our precious bodily fluids without the
knowledge of the individual, and certainly without any choice.