Hola preciosa, Aún sin conocerte, soñaré que estoy cerca de ti. Y estar cerca de ti es estar cerca del alma, cerca de todo lo que resuma espíritu y sentimiento, serás un ente invisible que me puebla por dentro, sin que sepa el cómo ni el por qué de tu entrada. Estar cerca de ti será como estar compartiendo el sino de unas vidas, ser amante y esclavo a la vez, en éxodo constante hacia la luz y el beso. Estar cerca de ti es estar a diez gritos de distancia visible de una noche de amor o de un día de pena; estar cerca de ti es estar a la vera de aquello que no te acaba de llegar y te llega. Y es un veneno que te tomas sabiendo que acabará llevándote al rincón más oscuro, a la esquina más grave, al portal más vacío. En mi sueño tal vez seas una fruta madura que al morderla te deja cataratas sabrosas de ríos irrepetibles que se unen conmigo para elevarme y darme el premio enorme de sentir tu piel temblar entre mis dientes. En mi sueño serás mujer, voluble y entregada, que juega a contraluces de desesperación esquivando tu carne frente a mi loco deseo. Serás como aquella manera gustosa de morir con la gran esperanza de que no será para siempre... Un Amigo. Un beso
Hola preciosa, Siento desvanecerme cuando miro tu foto en una paz melancólica y rancia. Me hablan de ti la delicadeza y suavidad de tus rasgos; tus ojos quietos, entornados en un instante que parece haber estado mucho antes de tu mirada. Es un momento mágico, que me deja eclipsado por la serenidad de tus pupilas y arranca de mis sueños sabe Dios qué cosas, sabe Dios qué deseos. En la vida de un hombre llega el momento en que te derrumbas hacia los recuerdos y a los más soñadores nos gusta confabular y urdir mil pensamientos sobre algo que jamás ha tenido lugar, pero puede ser un venero de ideas que amoldadas, aclimatadas al alma para que surja la poesía como surgirán los luceros en esta noche azul. He echado espliego en el fuego y cerrado los ojos, sumiso en el perfume y el ensueño. Una foto dice mucho, o uno cree ver mucho, no sé. ¿Tiene algo que ver la chica de la foto con la imagen que mi mente quiere crear cuando rebusca en la suave curva de tu pómulo, cuando mi corazón quiere perderse y no ser rescatado en la inmensidad de tus cabellos? No lo sé, pero yo sueño, y eso me reconforta, de mi ensoñación sale una energía dulce y renovada que me habla de ti, que de alguna forma te trae a mi lado y nos instala a ambos en esta densa tarde. ¡Qué lindo debe ser eso! Pero quizás lo verdaderamente bello sea soñarlo ¿Acaso la realidad puede marchitar ese pensamiento despojándolo de todo cuanto conlleva? Tal vez…Por eso aquí me hallo con mi sueño; pero he querido que sepas que al menos en una tarde de soledad tu cara o tal vez toda tú, imaginaria o - ¿Quién sabe?- real, has sido a la vez hada y princesa de mi cuento. Me gustaría hablarte Un beso, Un amigo
Vosotros que pensaríais?
